Crítica de ‘Mi villano favorito 4’: película de juguetería Crítica de ‘Mi villano favorito 4’: película de juguetería

Crítica de ‘Mi villano favorito 4’: película de juguetería

Con la franquicia ya desgastada, ‘Mi villano favorito 4’ parece servir sólo para vender más muñequitos de los Minions. Checa la crítica.

Matheus Mans   |  
10 julio, 2024 10:59 AM

No diríamos que la franquicia de Mi villano favorito sea recordada por sus tramas. La historia de Gru y compañía ha dejado su marca en la cultura popular más por los divertidos Minions, esas criaturillas amarillas que balbucean frases sin sentido y que hacen reír a los niños. Pero, ¿cuáles son, exactamente, las historias que cuentan? Dudo que alguien las recuerde con precisión. Incluso con esos parámetros, Mi villano favorito 4 (Despicable Me 4), en salas de cine mexicanas desde el pasado 4 de julio, logra ser la más olvidable de la saga.

La nueva película es el cuarto capítulo de la historia de Gru y su familia, pero el sexto si contamos los largometrajes individuales de los Minions, sin mencionar los varios cortometrajes que involucran a las criaturas amarillas e incluso al perro de la familia. Todos con más enfoque en la gracia histriónica de sus personajes que en las historias que cuentan.

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En este cuarto capítulo, sin embargo, la cosa parece escalar aún más, como siempre sucede en las franquicias más frágiles, que necesitan siempre engrandecer las secuencias para justificarse. En la trama, Gru (voz en inglés de Steve Carell) va a capturar a un villano en la reunión de su escuela (sin motivo alguno, pero está bien). Es un hombre que se transforma en cucaracha, en la peor referencia kafkiana posible. Solo que el tal villano logra escapar de prisión posteriormente y la familia de Gru se convierte en un blanco fácil.

Y es ahí donde entra toda la motivación de la película: Gru necesitando enfocarse en su familia mientras cambia de identidad y trata de escapar de la amenaza del hombre-cucaracha. Puede parecer emocionante decirlo así, pero les adelanto que no lo es. Mi villano favorito 4 básicamente pone toda la tensión y explicación de la trama en los primeros 20 minutos, en una mezcla de referencias que va desde James Bond hasta la comedia adolescente, y después se queda dando vueltas y vueltas sin fin.

Mi villano favorito 4: ¡en tu juguetería más cercana!

Durante aproximadamente una hora, Mi villano favorito 4 no tiene historia que contar. Así, se dedica a poner un montón de sketches de los personajes tratando de vivir la vida con sus nuevas identidades, pero nunca logrando realmente nada. Un nuevo personaje surge pidiendo que Gru sea su mentor como villano, pero todo esto también carece de significado. Parece una colección de cortometrajes de los Minions mezclados por los guionistas Mike White y Ken Daurio.

Mi villano favorito 4
Un Minion en una máquina expendedora es lo mejor de Mi villano favorito 4 (Crédito: Universal Pictures)

Solo dos aciertos logran escapar de esta inercia sin vida de Mi villano favorito 4: la relación del nuevo hijo de Gru, que lo detesta pero ama a su madre; y el Minion que queda atrapado dentro de una máquina expendedora. Son los únicos momentos que realmente dan motivo para una sonrisa, un respiro ante el hastío.

Por lo demás, Mi villano favorito 4 es una película sin historia y sin propósito, que parece haber sido encargada y hecha por Illumination Entertainment para vender más muñequitos: del baby Gru, de los Minions con poderes especiales (quizás la mayor tontería de toda la franquicia, sin necesidad o vínculo alguno con la historia) y de las cucarachas que se comportan como… los Minions, claro. Es el posible fin de la franquicia original (con otras dos películas de los Minions ya en el horno) de la peor manera posible, sin traer nada nuevo y persiguiendo únicamente la venta de mercancía.

Es un camino bastante diferente al que los grandes estudios de animación están tomando con sus películas. No necesitan ser más adultos, eso es una tontería sin propósito. Solo es necesario tener ganas de contar algo nuevo, como sucedió con Gato con Botas: el último deseo, por ejemplo, o incluso en algunos estrenos de Netflix, como Nimona.

Y ahí queda la pregunta: ¿habrá espacio para películas así todavía? Parece que no. Fui a función comercial para ver la película y un niño de unos tres o cuatro años, a mi lado, se quejó de que la película era demasiado tonta.

Pues sí.

Mi villano favorito 4 ya está en cartelera. Compra tus boletos para verla en cines.

Publicada primero en la edición brasileña de Filmelier News.