Aunque con muchas dudas al separar al personaje creado por Todd McFarlane del canon de Marvel (después de todo, la identidad del personaje está muy vinculada a Spider-Man),la primera Venom logró traer suficientes elementos a la historia de Eddie Brock (Tom Hardy) de manera independiente, como un torturado antihéroe. La historia narra la unión de Brock con el simbionte alienígena (voz también de Hardy), como parte de una intriga mayor de la corporación Life Foundation. Así, la trama se separa completamente de cualquier referencia al superhéroe arácnido, y da a Eddie su propia lucha por defender la Tierra.
La segunda entrega de la trilogía amplía la mitología de los simbiontes alienígenas introduciendo al más icónico de todos (después del propio Venom, claro): Carnage, el violento ser alojado dentro del psicótico asesino Cletus Kasady (Woody Harrelson). La película también introduce a otra villana del mundo Spider-Man, Frances Barrison/Shriek (Naomie Harris), y establece la aparición de futuros personajes más asociados con los simbiontes. Sin embargo, la escena post-créditos establece que Eddie ha sido transportado al Universo Cinematográfico de Marvel.
Venom: El último baile es la conclusión de la trilogía, culminando la promesa de una invasión de alienígenas simbióticos, con Eddie Brock como el único capaz de detenerla. La película introducirá al villano simbionte definitivo: Knull, el creador de toda la especie.
Es pertinente señalar a Spider-Man: Sin camino a casa como parte de la saga, no porque contribuya algo a la narrativa en sí, sino porque Eddie Brock aparece en ella, técnicamente, aunque sea un pequeñísimo cameo que no lleva a nada. La escena post-créditos muestra a Eddie varado en México después de aparecer en otro universo, sólo para ser regresado a su lugar de origen por la magia de Doctor Strange. Su visita a este rincón del multiverso no repercute en nada, salvo por dejar atrás un fragmento de Venom cuyo destino, hasta ahora, es desconocido.
Aunque la trilogía con Tom Hardy ha sido la adaptación definitiva del personaje en pantalla, su debut cinematográfico vino, en realidad, con la infame El hombre araña 3, de Sam Raimi. Infame, en buena medida, gracias a la propia adaptación del personaje. Si bien esta versión está muy apegada al canon de los cómics –la historia de un simbionte alienígena que se une a Spider-Man y lo corrompe, antes de alojarse en Eddie Brock, es casi la misma–, la "saturación" de villanos dio a éste muy poco espacio para respirar. Y la interpretación berrinchuda de Topher Grace no ayudó al caso. Sin embargo, esta mala respuesta fue lo que, en primer lugar, dio origen a la idea de una franquicia spin-off enfocada en Venom, así que algo hay que agradecerle.