La primera película en la saga de Un lugar en silencio establece todas las reglas de este mundo: la Tierra ha sido invadida por alienígenas, cuyo sentido auditivo ultrasónico les permite detectar presas con el más mínimo sonido. Pequeños grupos de sobrevivientes se han adaptado a una vida silenciosa, y es en este contexto que seguimos a una familia intentando mantenerse unida y a salvo. Dirigida por John Krasinski y protagonizada por él y por su esposa, la gran Emily Blunt, se trata de una película que nos mantiene al borde del asiento, aguantando la respiración cada segundo.
La segunda entrega de la saga, Un lugar en silencio Parte II, retoma la historia donde se quedó la original, con la familia orillada a cambiar de refugio y sobrevivir a la intemperie, adentrándose en el mundo devastado y conociendo a nuevos sobrevivientes. Aunque menos interesante por repetir la historia de su predecesora, sigue siendo una película tensa y emocionante, que además se beneficia con las apariciones de grandes actores como Djimon Hounsou y Cillian Murphy.
La tercera película en la saga de Un lugar en silencio es, en realidad, una precuela. Y con ello, se logra un enfoque más interesante para la historia. Como el título sugiere, Un lugar en silencio: Día uno se sitúa en el comienzo de la devastadora invasión alienígena, con el caos dando lugar a escenas más intensas, más inclinadas hacia la acción. La película sigue a nuevos personajes interpretados por Lupita Nyong'o (Pantera negra) y Joseph Quinn (Stranger Things), aunque mantiene conexiones con las otras películas por medio de Djimon Hounsou.