Para su debut cinematográfico en 1990, Las Tortugas Ninja fueron traídas a la vida con ayuda de la compañía de Jim Henson y la magia de sus animatronics, en una adaptación muy cercana a los primeros números de los cómics, tanto en historia como en su tono más oscuro.
Después del éxito de la primera película, la secuela fue producida rápidamente, con resultados mixtos. Las Tortugas Ninja II: El secreto del Ooze adopta un tono más ligero y apto para niños, con unas protagonistas con mayor maestría para las bromas que para combatir con sus icónicas armas ninja. La trama, por lo menos, expande la mitología de las tortugas.
Para la tercera y última entrega de esta trilogía, las protagonistas son enviadas por un viaje en el tiempo al Japón del sivlo XVII. Con un tono intermedio entre la primera y la segunda entrega, Las Tortugas Ninja 3 es una divertida aventura que responde a la pregunta de cómo serían las tortugas en el pasado distante. Si es que alguna vez te lo habías preguntado.
La primera incursión animada de las tortugas tiene una dirección de arte que quizá no ha envejecido muy bien (y un humor demasiado adolescente). No obstante, TMNT: Las Tortugas Ninja vuelve a las raíces más oscuras de la franquicia y cuenta una historia original que no depende de los mismos personajes de siempre (y reinventa a otros de forma interesante) por lo que es un respiro de aire fresco para la franquicia y para sus fans.
Los diseños para la versión de Tortugas Ninja producida por Michael Bay es... cuestionable, por decir lo menos. Y tampoco gana puntos por originalidad, pues se trata de un reboot que vuelve a explorar los mismos orígenes y villanos de la saga. Sin embargo, se aplaude la voluntad para arriesgarse, y que por primera vez, las tortugas se distinguen por más que sus armas y el color de sus máscaras.