Hay películas que, sin pretenderlo, alcanzan una textura de cine “serie B”, que a veces se toman a sí mismas demasiado en serio con resultados involuntariamente cómicos (en el mejor de los casos) o meramente insoportables (en el peor). Y luego hay películas como ‘Una sombra en la nube’ (‘Shadow in the Cloud’, también conocida como 'Pasajero oculto') que, por el contrario, son conscientes de su condición y no sólo la abrazan, sino que le sacan el mayor jugo posible. Entre película de acción bélica con elementos de horror y sus comentarios sobre las dinámicas de género, esta película es un maratón absoluto de diversión absoluta sin dejar de ser inteligente, como una mezcla entre ‘Venganza del más allá’, ‘Aliens’ y ‘Operación Overlord’ (fue estrenada en la sección Midnight Madness del Festival de Cine de Toronto 2020, designada para propuestas de corte “underground” o “de culto”). No por nada Chloë Grace Moretz funciona de maravilla en el papel, su más estrafalario desde Hit-Girl en ‘Kick-Ass: Un superhéroe sin superpoderes’.
‘Top Gun: pasión y gloria’ es la clase de película que amas u odias. Por un lado, están sus personajes no muy bien desarrollados y una banda sonora cursilona (que pasará a la eternidad por ‘Danger Zone’ de Kenny Loggins y la ganadora del Óscar como mejor canción original, ‘Take My Breath Away’ de Berlin). Por otro, están sus increíbles secuencias de acción aérea, mismas que todavía son el referente obligado para películas similares. Es un clásico de acción ochentero que te dejará satisfecho si sólo buscas acción trepidante y nada más.
‘Top Gun: pasión y gloria’ representa a toda una era de Hollywood, en la que productores como Jerry Bruckheimer y Don Simpson perfeccionaron la fórmula de los blockbusters y exploraban el sentimiento de victoria que los estadounidenses tenían respecto a la Guerra Fría, próxima a finalizar. La película, con su personificación del amor entre hombres –no necesariamente en el sentido físico–, marcó a toda una generación que se reencuentra con Tom Cruise en esta esperada continuación. El director Joseph Kosinski (‘Tron: El legado’) logra notablemente rescatar el trabajo del fallecido director Tony Scott, trayendo mucha de la estética y espíritu de la original, pero adaptando el lenguaje para la nueva era del cine comercial. El resultado es una película muy dinámica, con escenas de batallas aéreas sensacionales (hechas en su mayoría por los propios actores a bordo de los jets) con un guión redondo, que amplía la historia de los personajes originales y presenta a otros nuevos. Además de eso, suma elementos de otras franquicias contemporáneas, como ‘Rápidos y furiosos’ y ‘Misión: Imposible’, además de agregar una pizca de ‘Star Wars’. El resultado es una película que logra dejar a todos felices: los fans de la original amarán la nostalgia, mientras que quienes no eran fans de la fiebre ‘Top Gun’ encontrarán aquí una película divertida y que se sostiene por sí sola. Fórmula perfecta para el éxito, además de mostrar que el casi sesentón Cruise es todavía una estrella en plena forma para cualquier película de acción.